Marcelo Mendoza es consultado por el Diario Financiero sobre el impacto de la IA en la huella ambiental
“La huella ambiental de una tecnología en auge”, así se tituló el artículo publicado por el Diario Financiero, donde uno de los académicos asociados al DCC UC respondió entorno a esta temática. Basado en un estudio publicado por la Universidad de Massachusetts Amherst, el cual reveló que “el entrenamiento de un único modelo generativo de IA puede consumir hasta 284 mil litros de agua y que la producción de herramientas de IA gasta actualmente entre 3% y el 4% de la energía mundial, lo que podría elevarse a 25% en 2030”. En cuanto a esta conclusión hacia el futuro del mismo estudio, se cita a Francisco Rojas, director ejecutivo de Data & AI de Accenture Chile, quien declara “esto es debido a que la IA puede aumentar el consumo de energía y agua, especialmente en sectores intensivos en datos como el procesamiento de grande volúmenes de información, el entrenamiento de modelos de aprendizaje y operación de centros de datos. En Chile Según Ambrosio Yobánolo, subdirector de planificación y control de gestión de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo, la adopción de la IA es directamente proporcional a la integración de servicios digitales y que la gestión del impacto ambiental recae en tres frentes, DF lo publica de la siguiente manera: “Mayoritariamente se trata de servicios desarrollados y provistos desde el extranjero. Primero, en la cooperación internacional; segundo, en la infraestructura local que soporta estos servicios, como los centros de datos y redes de comunicación; y tercero, en la promoción de un uso responsable”. En este preciso momento es donde entra a participar y declarar Marcelo Mendoza, académico UC e investigador CENIA & IMFD, quien dice que si bien la huella ambiental no es una preocupación nueva, es fundamental incluir el impacto ambiental como criterio en la evaluación de modelos y tecnologías, ¿de qué forma? “En distintas fases del ciclo de vida del sistema IA y un monitoreo del consumo mientras está en producción”. Las declaraciones del académico fueron complementadas por Antonio Rubilar, socio líder del Grupo de Derecho Público y Mecanos Regulados de Albañil Zaliasnik, quien anuncia que la discusión está en el Congreso como proyecto de ley con el fin de regular el uso de sistemas de IA. “Es su artículo 7°, la normativa caracteriza como sistemas de alto riesgo a aquellos que pueden causar perjuicios al medio ambiente” afirma que para garantizar que la IA sea verde, se necesitan regulaciones donde se asegure que una parte importante de la energía utilizada sea renovable. Dejamos disponible la nota oficial publicada por el Diario Financiero