La Inteligencia Artificial es un tema en boga en el presente, influyendo en diferentes decisiones, incluso de maneras en que a veces no se reconocen personal o fácilmente. Una de las funciones por las que fueron creadas las IA’s es optimizar el tiempo y agilizar procesos. Este año, el Premio Nobel de Física se otorgó a los pioneros en el desarrollo de la IA, J. Hopfield y Geoffrey E. Hinton en reconocimiento a sus contribuciones en el ámbito de las redes neuronales artificiales, fundamentales para el aprendizaje automático.
Ambos científicos fueron premiados por sus aportes y descubrimiento sobre el desarrollo de redes neuronales artificiales que son fundamentales para el aprendizaje automático. Cabe destacar que la labor de ambos científicos se centra en ayudar a que las máquinas, sean capaces de imitar funciones humanas como la memoria y el aprendizaje.
Marcelo Mendoza, académico del Departamento de Ciencia de Computación UC e investigador IMFD y Cenia, destacó que “estos aportes son tan importantes porque años después con el aumento de la capacidad computacional y también de la ingeniería de datos estas redes efectivamente pudieron empezar a ser entrenadas y resolver problemas muy importantes del día a día”.
Es importante destacar que el entrenamiento de los modelos puede llevarnos a facilitar bastantes procesos de la vida diaria, también es importante emplear las diferentes inteligencias artificiales de manera ética para el bien de nuestra sociedad.
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