Miguel Nussbaum recibe el premio “Abdón Cifuentes 2025”
El profesor titular de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile recibió el premio Abdón Cifuentes 2025. Este reconocimiento se entrega desde hace doce años a profesores y profesoras que han contribuido al desarrollo del país, vinculando investigación, docencia y servicio público en favor de la sociedad. El valioso aporte que ha hecho durante cuatro décadas por mejorar la educación, tanto en las aulas como en las políticas que la sustentan. Este es el mérito del profesor titular del Departamento de Ciencia de la Computación de la Facultad de Ingeniería UC, Miguel Nussbaum Voehl, que destacó el jurado del Premio Abdón Cifuentes al adjudicarle este reconocimiento, creado en 2013 para relevar a aquellos docentes que han orientado la docencia e investigación al servicio del país. “Primero agradecer. Me siento muy honrado, una vez más la universidad me está dando la mano y me da las gracias. Yo le digo a la Universidad muchas gracias”, señaló el académico respecto a este importante reconocimiento. El destacado investigador comenzó su carrera como Ingeniero Civil Industrial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, antes de partir a Estados Unidos para estudiar un magíster en Ciencias de la Información y la Computación en el Georgia Institute of Technology, y luego se trasladó a Suiza para realizar su doctorado en el Tecnológico de Zürich. De regreso en Chile, se integró al cuerpo académico de la Facultad de Ingeniería UC como profesor de Ciencias de la Computación, donde alcanzó la titularidad en 1997. También es cofundador del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE UC). En el período 2012 – 2017 fue consejero del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (hoy ANID), miembro del Comite de Educación del Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, presidente de comisiones examinadoras del Consejo Superior de Educación, miembro del Comité asesor del proyecto ENLACES y miembro del comité para el desarrollo de la Investigación y la Educación Superior en Latino América de UNESCO. En 2004 obtuvo el Premio a la Innovación Educativa en las Américas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en 2017 recibió el Premio Avonni en Educación, y recientemente obtuvo el máximo reconocimiento que entrega la International Society of the Learning Sciences, a quienes han realizado grandes aportes a las ciencias del aprendizaje. Su impacto continúa hoy desde Jerusalén, donde colabora en investigaciones sobre inteligencia artificial y procesos de aprendizaje. “Este año reconocemos una trayectoria académica en la que, orgánicamente, su trabajo ha tenido siempre un foco en el impacto. Para Miguel, estudiar una nueva idea o enfrentar un nuevo desafío académico no es distinto de esperar que esa creación de conocimiento afecte la vida de personas concretas. O, viceversa: que los desafíos que observaba en las salas de clases o en los sistemas educativos implicaran, a la vez, resolver esos problemas y generar nuevo conocimiento, que luego se traducía en formación y publicaciones. Durante más de cuatro décadas, y desde sus orígenes como ingeniero, el profesor Nussbaum ha desarrollado una labor académica y de investigación que ha trascendido los límites del aula, de su disciplina y de la universidad, para instalarse con fuerza en los debates públicos más relevantes en torno a la calidad y la equidad educativa”, expresó Francisco Gallego, prorrector de Gestión Institucional UC. Miguel Nussbaum escribió junto al académico Pablo Chiuminatto el libro “Diálogos para una nueva escuela en Chile”, trabajo que abordó la reforma al sistema educacional en 2015. Créditos: Dirección de Comunicaciones UC y Ediciones UC. ¿Cómo pasó de la ingeniería a interesarse por los temas de educación? “Observando lo que se les enseñaba a mis hijas. A mediados de los años 90, cuando ellas estaban en la enseñanza básica, me di cuenta de que había pasado una generación y que se seguía enseñando lo mismo y de la misma forma. Ingresé al directorio de su colegio, donde terminé siendo presidente, para intentar impulsar un cambio. Al mismo tiempo me adjudiqué un FONDEF, mi primer proyecto en educación”. -¿Cómo ha vinculado su quehacer académico para impactar en las políticas públicas del país en este ámbito? “Respecto a la política pública, cuando el trabajo e investigación de estos 43 años llegó a la sala de clases. Es muy difícil realmente impactar y cambiar la política pública cuando uno apunta a lo que se está enseñando. Cambiar los curriculum es algo tremendamente complejo y debe partir claramente en la Facultad de Educación, y de ahí empujar al sistema completo. A nivel internacional también he tenido un impacto. Desde 2021 soy fellow de la International Society for the Learning Sciences por el impacto que ha tenido mi investigación dentro del mundo científico. Eso lo tengo que justificar con un trabajo que publicamos el año pasado con un alumno, cuando Suecia decidió interrumpir el desarrollo de la tecnología informática en la lectura en los colegios. Hicimos un estudio donde analizamos si lo estaban haciendo bien o se estaba equivocando con esta decisión. La conclusión es que hay sin duda estudios que muestran que se puede mejorar fuertemente el aprendizaje de lectura con tecnología, pero que requiere un apoyo importante por parte de los maestros y no siempre está ese apoyo. También hay que saber qué herramientas ocupar y no siempre está esa selección correctamente desarrollada”. “No es relevante el tipo de TIC en aula. Educar no es solo cuestión de tecnología, sino del ecosistema que rodea al estudiante: un ser biológico, espiritual y social, que aprende en relación con sus docentes y una familia comprometida con el proceso” – Miguel Nussbaum, Premio Abdón Cifuentes 2025. ¿Cómo fue el proceso de implementar TICS en las salas de clase? “Yo partí el año 95 con el profesor Ricardo Rosas, de la Escuela de Psicología, usando el Game Boy de Nintendo para llevar el juego a la sala de clase como un instrumento de enganche con los niños. Hoy un juego en la sala de clase es algo que está instalado y que nadie lo discute. Pero ahora a mí el juego sí me preocupa, porque la Organización Mundial de la Salud lo ha indicado como nocivo. Entonces, si el juego es nocivo, y
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